14.7.14

El Sotol


El sotol viene de una planta de la familia de las agaves, abundante en los desiertos del  estado. Es semejante al tequila o al mezcal.
Parece que los indígenas lo consumían y le llamaban “sereque”. Sin embargo los españoles y darse cuenta de que su fermentación producía alcohol, lo sometieron al proceso de destilado e iniciaron  su producción desde el siglo XVIII, haciéndose famoso por sus supuestas cualidades medicinales.
Más allá de las terapias que recomendaron el sotol, esta bebida pasó al gusto norteño como el licor de la región. Dos zonas han adquirido fama por su sotol: Coyame, que es conocido por su Sotol de “perlitas” que son burbujas que se hace la bebida dentro de la botella; y Témoris, cuya flora está en las barrancas.
El proceso rudimentario consiste en recoger la “jima” o corazón del maguey silvestre en las laderas de los cerros.
Después se somete a un intenso cocinado con vapor que reblandecerá la penca y permite extraer el jugo  que pasa posteriormente a una fermentación natural, lo que hace que con el tiempo hace que los azucares se muden en alcoholes.
Ya fermentado este jugo, se coloca en los alambiques con fuego que permite su lenta destilación. Finalmente se deja reposar en barricas de roble blanco durante por lo menos medio año, tras lo cual está en estado optimo para servirse una copa.

Aunque la producción de sotol es muy reducida en Chihuahua por sus características singulares satisface el paladar del catador más exigente. Falta que internacionalmente obtenga el reconocimiento que se merece.

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