28.12.11

Cerocahui

Desde la estación Bahuichivo hay que seguir unos 45 minutos por camino de terracería (18 kilómetros) para llegar a Cerochui. Es sorprendente como en esta región de la sierra el tiempo pareciera transcurre lentamente, como un lugar mágico donde la prisa no existe. 

Por el camino podrá ver nos singulares monolitos de roca en lo alto de la montaña y, casi para llegar al pueblo, hay que pasar por un gigantesco túnel perforado a base de cincel y dinamita. A lo lejos, rodeado de hermosos valles, se comienza a distinguir la torre de a iglesia del pueblo. Cerocahui fue fundada en 1680 por el misionero jesuita Juan María Salvatierra, quien mandó construir la Misión de San Francisco Javier de Cerocahui en el centro del pueblo. 


Desde Cerocahui se realiza un recorrido al mirado más espectacular de todo el circuito de barrancas. Este mirador se encuentra en lo alto del cerro del Gallego y desde ahí se aprecia en toda su majestuosidad la Barranca de Urique la mas profunda de la Sierra Tarahumara:1,879 metros. La escena se torna aún mas increíble con el río Urique y la población minera del mismo nombre al fondo de la barranca. Cerocahui es un lugar ideal para disfrutar de una completa paz en armonía con la naturaleza. 


21.12.11

Chihuahua Ciudad en Movimiento

Visitar Chihuahua no solo es adentrarse en el estado más grande de la República Mexicana, en donde es posible encontrar una gran variedad de ecosistemas, desde desierto hasta el bosque, Chihuahua también es tierra de revolucionarios, tarahumaras, menonitas y de grandes aventureros que gozan explorando su fascinante y agreste geografía.

La ciudad de Chihuahua ofrece desde grandes museos, hasta sitios históricos como la casa del general Francisco Villa. Esta vieja casona se encuentra en las calles del Chihuahua antiguo, y fue aquí donde el revolucionario compartió momentos con su única esposa reconocida por la ley. Pancho Villa habitó esta casa cuando fue gobernador del estado; actualmente alberga un museo.

En el centro de la ciudad encontrará la Catedral, de estilo barroco, y la Plaza de Armas, donde es posible refrescarse con una rica nieve o bolear los zapatos con alguno de los boleros instalados en unos peculiares quioscos a orillas de la plaza.

Cerca de ahí se encuentra el Museo de Arte Sacro y el Palacio Municipal. Por la calle Libertad se llega a otro punto obligado de vista: el Palacio de Gobierno, en cuya planta baja se localiza el Museo de Hidalgo, diseñado para rendir homenaje al Padre de la Patria. Es posible visitar el calabozo donde este personaje estivo preso antes de ser fusilado el 30 de junio de 1811.

Las calles y mansiones de Chihuahua conservan muchas historias, algunas de ellas de amor, como la de la mansión conocida como Quinta Gameros, que actualmente es un centro cultural.

Cerca de la ciudad existen muchos otros lugares para visitar, como Delicias, con su famoso museo paleontológica, el Parque Nacional Cumbres de Majalca, con sus caprichosas formaciones de roca, y Ciudad Cuauhtémoc, con sus comunidades menonitas, todos ellos a una hora de distancia de la ciudad. 


14.12.11

Los dinosaurios en Chihuahua


Perdiéndonos en la sombra de los tiempos, hay que imaginarnos la flora y fauna exótica que cubrió esta tierra hace 200 millones de años para extinguirse a finales del Mesozoico, hace 65 millones de años. Como es sabido, estas especies ocuparon casi la totalidad de la tierra y sus fósiles se hallan desperdigados en todos los continentes.

En el desierto norteño, estos restos fueron encontrados a flor de tierra por nuestros antepasados. En Yepómera y otros lugares erosionados por los ríos, aparecieron los enormes molares de estos animales. Así surgió la leyenda entre los tarahumaras de una raza de gigantes a extinta que pobló la tierra. Su abundancia fue tal que con ellos se hicieron cercas y corrales.

En este desierto se ha localizado la especie del hadrosaurio, también llamado “pico de pato”, por la forma de su hocico. Estos animales alcanzaban una longitud hasta de 20 metros y un peso de 28 toneladas. Los hadrosaurios eran bípedos y herbívoros, y vivían en pantanos muy húmedos.

Especímenes marinos y vegetales abundan en la zona desértica y una serie de ejemplares han sido coleccionados para su exhibición en el Museo del Mamut en la ciudad capital y en el flamante Museo de Paleontología de la ciudad kilómetros al sur de la capital. Visítelos y haga con la imaginación un viaje fascínate hacia el pasado. 

30.11.11

La Cultura Tarahumara


Desde hace cientos de años vive aquí, dispersa en pequeñas comunidades, la población tarahumara.

Cuando el jesuita Juan Fonte fundó en lo que hoy es belleza una misión para indios tepehuanes, supo que tenían fricciones con los llamados raráhumare, o sea “corredores de a pie”. Al redactar su informe anual en 1607, el padre Fonte se enfrentó al dilema de usar o no la letra R – que suena fuerte al principio de palabra- pues deformaría el getilicio que pretendía escribir, así que optó por escribir tarahumares, en vez de raráhumares.

Los estudios arqueológicos revelan su presencia en la sierra chihuahuense desde hace cerca 10 mil años. La antropología los considera de origen náhuatl, y su lengua está clasificada dentro del grupo uto-azteca.

Es sorprendente que el número aproximado de 40 mil individuos reportado por los jesuitas en el siglo XVII haya permanecido más o menos estable hasta nuestros días, así coo la homogeneidad de su cultura e idioma, a pesar de que nunca tendieron a formar comunidades, debido probablemente a la geografía del hábitat – que no permite cultivos extensos – y a que las planicies son demasiado áridas para sembrar, por lo que vivían también de la caza y la pesca. 

Los tarahumaras actuales conservan bastantes elementos propios, aunque han tornado préstamos de la cultura occidental, como lo es la domesticación de ganado menor, con cuya lana confeccionan las fajas y mantas que antes hacían con fibra de maguey. Sus magníficos trabajos de cestería mantienen características prehispánicas, y siguen cultivando maíz, frijol y calabaza, aunque la mayoría ha sustituido la coa por el arado jalado por bueyes. Su alimentación es básicamente la misma: tortillas, pinole hecho con maíz tostado, atole, calabazas condimentadas en varias formas, frijoles, quelites, verdolagas y algunas otras hierbas silvestres. La carne de venado hoy ha sido sustituida por la de res, que consumen por lo general en las festividades.

Bajo un aparente cristianismo, se perciben reminiscencias de una religión animista, con culto al sol, la luna y las estrellas, aunque sujeta a calendario católico. Todas sus ceremonias se celebran con bebidas, comidas rituales y danzas, entre las que destacan el yúmare –danza para invocar a la lluvia- y el tutuguri, que requiere el sacrificio de una res para alimento comunitario.


Es muy frecuente en Semana Santa y Nochebuena una versión peculiar que los tarahumaras han creado a partir de la danza de los matachines. Aún conservan juegos con antiguas raíces religiosas: las carreras de bola de encino entre los hombres, conocidas como rarajípari, y las carreras de mujeres en que se lanzan dos pequeños aros entrelazados, a las que llaman rohuena. Compiten por equipos que representan sus rancherías; los hombres recorren distancias kilométricas que se cubren sin interrupción, lanzando con el empeine la bola hacia delante, mientras los espectadores los estimulan gritando “¡huériga,huériga!” y les ofrecen pinole y tesgüino.

23.11.11

Guachochi y alrededores


Tierra de las garzas, como significa en lengua tarahumara, Guachochi ha pasado a ser uno de los centros indígenas mas importantes en el sur de la Sierra tarahumara y en el que se pueden apreciar con mayor frecuencia las festividades populares de esta etnia y la creación de artesanías fomentadas por el Instituto Nacional Indigenista. Guachochi, situado en la parte alta de la sierra, es un lugar estratégico para desplazarse a Norogachi y Tónacho, y sobre todo a la enorme barranca de Santa Sinforosa, uno de los puntos más espectaculares del recorrido. 


17.11.11

Ruta Barrancas


Barrancas del Cobre/ Creel/ Cascada BasaseachiLa ruta de las Barrancas te ofrece un espectáculo lleno de adrenalina.

§  PARQUE DE AVENTURA BARRANCAS DEL COBRE.
§  Experimenta la sensación de volar sobre la majestuosidad del paisaje que brindan las Barrancas del Cobre en El Parque Aventura.
§  Se cuenta con tres elementos que le simularán la experiencia no solo de volar sino de estar suspendido en el vacío. Se trata de un teleférico, una red de tirolesas y una vía ferrata que consta de rappel, escalada en roca y salto de Tarzán.
§  Atracciones ideadas para el pleno disfrute de la familia.
§  Envuelto en las más fantásticas vistas, el contacto con la naturaleza y con sus habitantes naturales, los indígenas Rarámuri.
El teleférico
Es sin duda el más espectacular de México, el recorrido tiene una longitud de 2.75 Km sobre el vacío de la hermosa Barranca.


El “vuelo” en tirolesa
Un recorrido de cuatro kilómetros y medio de longitud, divididos en siete saltos, con dos puentes colgantes.
La ruta puede tomar hasta dos horas y media de su tiempo; los saltos son desde 200 m hasta 1.2 Km. de longitud con alturas de hasta 400 metros, este recorrido se termina con un salto de 700 metros que llega a la mesa de Bacajípare.

La vía ferrata
Combina las disciplinas del rappel, escalada en roca y salto de Tarzán.  Para cubrir este recorrido se pueden fácilmente tomar unas dos horas, además de fuerza, elasticidad y mucho arrojo.
Además, paseos a caballo, magníficos hoteles de la zona y recorridos guiados hacia distintos miradores.