11.7.12

Las Barrancas del Cobre



Las Barrancas del Cobre están consideradas como una de las maravillas naturales de México. En sus 600 kilómetros de largo y 250 de ancho, la red de cañones resulta aún más profunda que el Cañón del Colorado

Se trata de una reserva ecológica en la Sierra Tarahumara, a la que será posible llegar por avión, aunque mientras no haya aeropuerto tendrá que llegarse a la capital y de ahí desplazarse cuatro horas por carretera. También está diseñado para que el reconocido tren “El Chepe” los lleve a recorrer los antiguos caminos trazados en el estado.
ay dos polos turísticos unidos por carretera que deleitarán al viajero: la Cascada de Basaseachi y el Divisadero de las Barrancas del Cobre, donde está la reserva de aventura. En el recorrido podrá gozarse de las maravillas naturales que se dan a lo largo y ancho de la sierra, lugar donde reinan los contrastes por la variación de terreno y altura, que lo mismo dan lugar a sistemas cálidos con flora y fauna exuberantes, como a regiones gélidas.



En este corredor, al igual que en el parque, encontrará restaurantes, hoteles, miradores, actividades de senderismo, aguas termales, campamentos y rutas para motocicletas de montaña.
Se cuenta con tres elementos que le simularán la experiencia no solo de volar sino de estar suspendido en el vacío. Se trata de un teleférico, una red de tirolesas y una Vía Ferrata que consta de rapel, escalada en roca y salto de Tarzán. Atracciones ideadas para el pleno disfrute de la familia. Envuelto en las más fantásticas vistas, el contacto con la naturaleza y con sus habitantes naturales, los indígenas Rarámuri.
El teleférico es sin duda el más espectacular de México, el recorrido tiene una longitud de 2.75 Km sobre el vacío de la hermosa Barranca.

4.7.12

Chihuahua, un estado con balnearios por doquier




Chihuahua es un lugar rico en aguas termales. Alguno de ellos son lo bastante abundantes como para ser acondicionados con albercas que permiten disfrutar las aguas mientras se recibe el beneficio de sus cualidades curativas.
Entre Chihuahua y Delicias hay una desviación que conduce al balneario de San Diego de Alcalá, con aguas termales, cabañas, hoteles y alberca.
En Delicias hay dos balnearios notables, llamados la junta de los ríos y el Delfín; ambos tienen instalaciones rústicas pero limpias además de todos los servicios.



Camargo ofrece dos lugares de recreación: el ojo caliente de la hacienda de Dolores está a 12 km de Jiménez y lo forman una serie de manantiales frondosos álamos que dan la sensación de un oasís en medio del desierto; Y los filtros junto a la presa de la boquilla, que tiene restaurantes, mesas, asadores al aire libre.
Muy cerca de Madera está Huápoca; para llegar conviene contratar a un guía.
En el municipio de Carichí es muy visitado el balneario de Bacaburiachi, cuyas aguas termales cuentan con merecida fama, además de que tienen cabañas acondicionadas para los viajeros.
En Chihuahua se puede disfrutar el balneario Robinson, cuyas albercas se encuentran aledañas a la merópoli. En el pueblo de Santa Isabel es famoso el balneario de Las Sombrillas. Que tiene limpieza y todos los servicios básicos para los bañistas.
Si prefiere Balnearios de aguas termales, vaya a Maguaríchi, de aguas curativas; el pueblo ofrece hospedaje y alimentos

27.6.12

LOS DINOSAURIOS EN CHIHUAHUA




Perdiéndonos en la sombra de los tiempos, hay que imaginarnos la flora y fauna exótica que cubrió la tierra hace 200 millones de años para extinguirse a finales del mesozoico, hace 65 millones de años. Como es sabido, estas especies ocuparon casi la totalidad de la tierra y sus fósiles se hayan desperdigados en todos los continentes.

En el desierto norteño, estos restos fueron encontrados a flor de tierra por nuestros antepasados.
En yepómera y otros lugares erosionados por los ríos, aparecieron los primeros molares de estos animales. Así Surgió la leyenda entre los Tarahumaras de una raza de gigantes ya extinta que pobló la tierra.

Su abundancia fue tal que con ellos se hicieron cercas y corrales. En este desierto se han localizado la especie del hadrosaurio también llamado “pico de pato”, por la forma de su hocico. Estos animales alcanzaban una longitud de hasta 20 metros y un peso de 28 toneladas.



Los hidrosaurios eran bípedos y herbívoros y vivían en pantanos muy húmedos.

Especímenes marinos y vegetales abundan en la zona desértica y una serie de ejemplares han sido coleccionadas para su exhibición en el museo del mamut en la ciudad capital y el flamante Museo de Paleontología de la ciudad de delicia, unos cuantos kilómetros al sur de la capital.

20.6.12

Ojinaga y sus alrededores


Al sitio donde los ríos más caudalosos de Chihuahua –el Conchos y el Bravo- mezclan sus aguas, llegó en 1684, el maestre de campo Juan Fernández de Mendoza, tomó posesión de la tierra, en nombre de la corona española.
Pasaron 30 años hasta que el virrey de Valero ordenó al sargento mayor, Juan Antonio de Trasviña, someter a los indígenas nativos que merodeaban por las riberas de ambos ríos, impidiendo la labor de los misioneros y de los colonizadores.

Trasviña fundó Santiago de Coyame y Nuestra señora de Begoña y desde lo alto de una sierra que llamó De la Cruz, vio el fértil valle de Ojinaga. Sus hombres atravesaron el río y en la otra banda levantaron cuatro misiones: la de Aranzazu, la de Guadalupe, la de San José y finalmente la de San Cristóbal. Esos nombres, perdidos en el polvo del desierto, se recuerdan a penas unos renglones de la historia.



Las misiones de los ríos se despoblaron diez años después, cuando los indios se alzaron y la región volvió a ser como antes. Para cuando los indios se alzaron y la región volvió a ser como antes.
Para detener a comanches y apaches, los novohispanos establecieron un presidio militar en 1759, al que llamaron presidio del norte. Ese nombre quedó hasta 1865, cuando los liberales chihuahuenses cambiaron el viejo nombre por el del valle de Ojinaga, en memoria de su correligionario Manuel Ojinaga, asesinado por los imperialistas en la sierra Tarahumara. En cambio, los invasores norteamericanos que se establecieron a la  izquierda del río Bravo conservaron el nombre del presidio, tan cargado de historia.

Ojinaga, localizada  a 233 Km. de la capital Chihuahuense, siguió siendo paso de aventureros desesperados que desafiaban a víboras y coyotes del desierto.

Ojinaga es un paisaje casi lunar; se puede imaginar el principio del mundo, cuando los dinosaurios poblaron esta tierra.

14.6.12

Aldama y sus alrededores





Aldama es tierra de alamedas y acequias; dos ríos la riegan y un bosque la cobija. Las cocinas de sus viejas casonas huelen a ate y membrillo y sus mesas se visten con blancos manteles almidonados.
En agosto de 1671, el capitán Pedro Cano de los Ríos recibió del gobernador de la Nueva Vizcaya el permiso para ocupar los campos al sur de Tabalaopa.

Aunque con vida precaria, el poblado de San Jerónimo subsistió hasta un atardecer que, con un crepúsculo rojo, como incendio lleno de alaridos, los apaches cayeron sobre el pueblo matando a todo ser viviente y prendiendo fuego al caserío y a la iglesia; los mozos fueron llevados cautivos y los pocos que lograron salvarse de la masacre llegaron a chihuahua con la infausta noticia. Las ruinas y los cuerpos ocuparon San Jerónimo y Santa Ana Chinarras.

Creada la comandancia de provincias internas, se comisionó en 1783 capitán Juan Gutiérrez de la cueva para repoblar san Jerónimo y asentar ahí el presidio de San Borromeo, que sería defendido por una guarnición. Se construyeron murallas y la iglesia que aún subsisten, sobria y sólida, de adobe.

Hoy es la cabecera del municipio con el mismo nombre, dedicado primordialmente a la ganadería y a la agricultura.
En la salida hacía Ojinaga, a 43 Km. de Aldama hay una desviación a la derecha que conduce 10 Km. adelante, hasta la presa El Granero, un sitio que a pesar de carecer de servicios turísticos formales, resulta ideal para la pesca de carpa, lobina y bagre.


6.6.12

La cultura Tarahumara


                                                



 Cuando el  Jesuita Juan Fonte fundó en lo que hoy es Balleza una misión para Indios Tepehuanes, supo que tenían fricciones con los llamados raráhumare, o sea “corredores de a pie”. Al redactar su informe anual en 1607, el padre Fonte se enfrentó al dilema de no usar la letra R –que suena fuerte al principio de palabra- Pues deformaría el gentilicio que pretendía escribir, así que optó por escribir tarahumares, en vez de rarámares.
Los estudios arqueológicos revelan su presencia en la sierra Chihuahuense desde hace cerca de 10 mil años. La antropología los considera de origen Náhuatl, y su lengua está clasificada dentro del grupo uto-azteca.

Es sorprendente que el numero aproximado de 40 mil individuos reportado por los jesuitas en el siglo XVII haya permanecido mas o menos estable hasta nuestros días, así como la homogeneidad de su cultura e idioma, a pesar de que nunca tendieron a formar comunidades, debido probablemente a la geografía de su hábitat- que no permite cultivos extensos- y a que las planicies son demasiado áridas para sembrar, por lo que vivían también de la caza y la pesca

Aun conservan juegos con antiguas raíces religiosas: la carrera de bola de encino entre los hombres, conocido como rarajípari, y las carreras de mujeres que se lanzan dos pequeños aros entrelazados, a los que les llaman rohuena. Compiten por equipos que representan sus rancherías; los hombres recorren distancias kilométricas que se cubren sin interrupción, lanzando con el empeine la bola hacía adelante mientras los espectadores lo estimulan gritando “¡huériga, huériga!” y les ofrecen pinole y tesgüino.



30.5.12

Parque Nacional Cascada de Basaseachi



Por la carretera que va de chihuahua con rumbo a Yécora Sonora, después de pasar por Tomochi, se entronca otra carretera; a 12 Kilómetros de este crucero se encuentra la Cascada de Basaseachi, forma corrupta del antiguo topónimo rarámuri Baseseachic. Este nombre fue tomado del pueblo próximo a la cascada, perteneciente al municipio de Ocampo.
 
EL entorno está formado por bosques de pinos, barrancas y arroyos con minúsculos valles cultivado por los nativos. Poco antes de llegar al precipicio. El caudal del río Basaseachi crece con la corriente de dos arroyos de tal manera que sobre todo en temporada de lluvias, al precipitarse el torrente hacia un abismo de 246 metros de altura, se hace una de las caídas de agua más altas de planeta. Su belleza se acentúa al caer en chorro, sin ningún obstáculo, lo que provoca que las capas de aire vayan extendiendo poco a poco el agua antes de llegar al fondo.

De lejos parece un gran abanico cerrado de fino encaje blanco; en la sima de los paredones de basalto el agua se vuelve a juntar y, con el nombre de río Candameña, forma una serie de rápidos que llegan hasta el río Mayo.

En el área cercana a la cascada hay barrancas majestuosas que tienen hasta mil metros de profundidad, como Nabosáigame y Candameña cuyo inicio se admira desde lo alto de la cascada Basaseachi.

En los paredones de algunas de estas barrancas existen cuevas que sirvieron de morada a los pimas. Ocupantes de esta región de la sierra.
En Yepáchic, Tutuaca, Maicoba y Yéroca aún es posible entrar en contacto con las familias de esta etnia que conserva su antigua lengua y cultura.