Perdiéndonos
en la sombra de los tiempos, hay que imaginarnos la flora y fauna exótica que
cubrió la tierra hace 200 millones de años para extinguirse a finales del mesozoico,
hace 65 millones de años. Como es sabido, estas especies ocuparon casi la
totalidad de la tierra y sus fósiles se hayan desperdigados en todos los
continentes.
En el
desierto norteño, estos restos fueron encontrados a flor de tierra por nuestros
antepasados.
En
yepómera y otros lugares erosionados por los ríos, aparecieron los primeros
molares de estos animales. Así Surgió la leyenda entre los Tarahumaras de una
raza de gigantes ya extinta que pobló la tierra.
Su
abundancia fue tal que con ellos se hicieron cercas y corrales. En este
desierto se han localizado la especie del hadrosaurio también llamado “pico de
pato”, por la forma de su hocico. Estos animales alcanzaban una longitud de
hasta 20 metros y un peso de 28 toneladas.
Los hidrosaurios eran bípedos y herbívoros y vivían en pantanos muy húmedos.
Especímenes marinos y vegetales abundan en la zona desértica y una serie de ejemplares han sido coleccionadas para su exhibición en el museo del mamut en la ciudad capital y el flamante Museo de Paleontología de la ciudad de delicia, unos cuantos kilómetros al sur de la capital.