El viernes podrán apreciar las más interesantes manifestaciones del sincretismo religioso que viven los indígenas de Chihuahua ya que los danzantes representan el Via Crucis, importante rito católico en el que se representa la pasión de Cristo de una manera muy peculiar, ya que para personificar soldados, se pintan de cal y ocre y representan la pasión danzando.
Por su parte las mujeres rarámuris participan en la procesión glorificando con sus cantos y purificando con incienso el templo y sus alrededores. En la noche el atrio de la misión se rodea de ancianos y niños que pasan la noche en vela entre canto y baile.
El sábado los matachines hacen la "danza del guerrero" al son de violines y guitarras, vestidos con atavíos de plumas, armas y escudos, y queman una figura de paja que representa a Judas como símbolo de la destrucción del mal.
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