Pedro Alvarado, dueño de la generosa mina La Palmilla, mandó
construir esta impactante casona en 1894. Su construcción en cantera refleja de
manera evidente el peculiar eclecticismo que estaba de moda en Europa en aquel
entonces. Fue erigida por el arquitecto francés Amérigo Rouvier, quien impulso
un fuerte sello a la arquitectura decimonónica de Parral, pues también construyó
la Casa Stallforth, el actual Hotel de Hidalgo y la casa de la familia
Griensen.
Los Alvarado ocuparon su “palacio” en 1903, mientras el
pintor italiano Antonio Decanini concluía la decoración de los muros del patio
central. Los muebles traídos de Europa fueron tan lujosos como el lugar que le
servía de marco. La opulencia de la mina dio para todo.
Hace unos años, la casona fue adquirida por el gobierno
estatal, por lo que hoy funciona como Museo y Centro Cultural, en donde se
organizan exposiciones, conciertos y talleres.
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