21.3.13

Parque Nacional Cascada de Basaseachi


Por la carretera que va de chihuahua con rumbo a Yécora Sonora, después de pasar por Tomochi, se entronca otra carretera; a 12 Kilómetros de este crucero se encuentra la Cascada de Basaseachi, forma corrupta del antiguo topónimo rarámuri Baseseachic. Este nombre fue tomado del pueblo próximo a la cascada, perteneciente al municipio de Ocampo.
 
EL entorno está formado por bosques de pinos, barrancas y arroyos con minúsculos valles cultivado por los nativos. Poco antes de llegar al precipicio. El caudal del río Basaseachi crece con la corriente de dos arroyos de tal manera que sobre todo en temporada de lluvias, al precipitarse el torrente hacia un abismo de 246 metros de altura, se hace una de las caídas de agua más altas de planeta. Su belleza se acentúa al caer en chorro, sin ningún obstáculo, lo que provoca que las capas de aire vayan extendiendo poco a poco el agua antes de llegar al fondo.

De lejos parece un gran abanico cerrado de fino encaje blanco; en la sima de los paredones de basalto el agua se vuelve a juntar y, con el nombre de río Candameña, forma una serie de rápidos que llegan hasta el río Mayo.

En el área cercana a la cascada hay barrancas majestuosas que tienen hasta mil metros de profundidad, como Nabosáigame y Candameña cuyo inicio se admira desde lo alto de la cascada Basaseachi.

En los paredones de algunas de estas barrancas existen cuevas que sirvieron de morada a los pimas. Ocupantes de esta región de la sierra.
En Yepáchic, Tutuaca, Maicoba y Yéroca aún es posible entrar en contacto con las familias de esta etnia que conserva su antigua lengua y cultura.

14.3.13

Camargo



A la Perla de Conchos, como también ese le dice a la ciudad de Camargo se llega por la carretera 45-, se ubica a 150 kilómetros de la capital chihuahuense y a 20 de San Francisco de Conchos. Esta región fue punto obligado de paso entre el norte y el sur del estado desde tiempos coloniales No obstante, la fundación formal de Camargo  fue bastante tardía.


Después de la última rebelión tarahuamara, al final de la centuria, se hizo un intento por aceptar el establecimiento de alguno grupos rebeldes en las tierras que hoy ocupa Camargo, pero los nativos prefirieron regresar a su lugar de origen en la sierra.

En 1797, el comandante de las provincias internas, don Pedro de Nava. Ordenó el traslado de 28 familias de San Francisco de Conchos a este sitio que fue llamado Santa Rosalía. Cien años después, el Congreso de Chihuahua cambió el antiguo nombre de la población por el de Ciudad Camargo, en honor del caudillo insurgente Ignacio Camargo, fusilado en 1811.

La ciudad tiene grandes arboledas de álamos y nogales, ideales para pasear a su sombra. La mayoría de sus casas son construcciones del siglo XIX, con frescos jardines interiores que invitan al descanso. Es notable la parroquia con su torre y sus altares neoclásicos. Así como las zonas arboladas que enmarcan al Parque Infantil. Otro edificio que seguramente le encantara es el que ocupa el Ayuntamiento. Cuya campana marca un tiempo que se antoja porfiriano; al repicar, vuelan en desbandada los chanates de la sombreada Plaza Hidalgo.


Como rosa de los vientos puesta en el corazón del estado , este oasis de paz es cuna de ilustre chihuahuenses, entre ellos, el muralista David Alfaro Siqueiros y el cineasta Gonzalo Martínez.

Además de la Presa de la Boquilla, en la corriente del río Conchos hay otras presas: El Tigre donde funciona desde 1918 una planta hidroeléctrica, y más adelante el Lago Colina, inaugurado en 1927.

Al oriente de Camargo inicia un enorme desierto en el que se localizan depósitos lacustres como las lagunas de jaco, Gigantes y patos. En medio de esta árida zona también está uno de los depósitos ferrosos más importantes de la República: el mineral de La Perla, con un ferroducto que atraviesa el desierto y lleva el metal hasta los hornos de Monclova, en el vecino estado de Chihuahua. 

7.3.13

San Ignacio Arareco


A 8 km de Creel está San Ignacio de Arareco, un valle, un paisaje alpino con formaciones rocosas que, atendiendo a a sus formas se le ha denominado Valle de los Elefantes, o Valle de los Hongos. Un poco más adelante hay un lago con aguas cristalinas bordeado de rocas, pinos y encinos, cuyo follaje adquiere un color rojo y dorado durante el otoño.


El sitio es ideal para acercarse a las formas de vida de los rarámuri; se trata de un mundo distinto, lleno de colores intensos y de dulces vocablos. Las fiestas tradicionales de los rarámuri en Semana Santa y el día de San Ignacio (a finales de julio), tienen en Arareco su mejor ejemplo.


Se puede practicar la pesca o simplemente pasear en lancha y hacer algún deporte acuático. Poco más adelante está Cusárare con un pequeño museo etnográfico instalado junto a la misión jesuita del siglo XVII. Cerca del poblado hay una cascada de 30 metros de altura, que en verano se convierte en un gran torrente. Un par de Km adelante, siguiendo los acantilados del arroyo, pueden observarse pinturas rupestres con representaciones de cacería de venados.


A partir de Creel, perfectamente comunicada por tren y carreteras, se sugiere visitar Batopilas y Guachochi. También aquí salen caminos y veredas que conducen al mundo Tarahumara